A comienzos de 2016, líderes tecnológicos globales pronosticaron que una de las tendencias claves para este año sería la “movilización” de la seguridad, para que ésta sea más ubicua y personalizada. Un experto en la materia analiza el tema y su relevancia para América Latina.
Identificaciones más seguras promoverán un nuevo estilo de vida en torno a la comodidad que permiten los dispositivos móviles; por eso, registrar horarios, revisar procesos de mantenimiento o supervisar el ingreso de visitantes es posible con un sistema de control de acceso en una organización, basado en el uso del celular, el cual se ha convertido en el principal porta credenciales gracias a un proceso simple. Por ejemplo, para las soluciones de gobierno basta con tener una aplicación y cifrar la información entre una tablet; que es configurada como lector, y un smartphone que actúa como tarjeta de identificación del ciudadano (licencia de conducir, pasaporte, credencial para votar, etc.), y mediante los algoritmos correctos de autenticación y la criptografía adecuada en los documentos para almacenar lo que hoy tenemos como un ID único.
Bancos, hoteles, corporativos, entidades gubernamentales y hospitalarias y universidades, serán quienes más rápido adopten esta tendencia como un elemento imprescindible para la conectividad y el trabajo.
Se estima que para 2020 el tráfico de navegación en smartphones será superior al de computadoras. Solo en 2015, en promedio cinco de cada 10 IP se conectaban desde una pc. Sin embargo, se estima que para los próximos cinco años, la cifra descienda al 29 por ciento. Eso supone un reto en los fabricantes de teléfonos móviles para crear baterías que soporten los nuevos y más avanzados usos de estos equipos en vista del aumento en el uso de los mismos.
Ahora, muchos empresarios se preocupan por la seguridad de la información a la que se accede a través de estos dispositivos. Para ello, tener una buena identificación en el celular es básico; es decir los empleados de una compañía o los usuarios deben considerar al menos un password y en caso de pérdida, basta con revocar la autenticación asociada a este equipo.
¿Cuál es el siguiente paso en movilidad? El punto a seguir es lograr que se vinculen diferentes servicios o procesos. Es decir, si una universidad vincula, por ejemplo, el Mobile ID con el sistema de notas, la biblioteca, la cafetería o los accesos a laboratorios, ello permite que el estudiante tenga toda la universidad a solo un clic en su celular.
Es más, otro gran acierto tecnológico del uso del NFC (Near Field Communication por sus siglas en inglés) en smartphones en los pagos en sitio como el del transporte público. O el uso de Trusted Tags (Etiqueta de identificación de seguridad confiable) que permiten diversos usos entre ellos la rastreabilidad o seguimiento en procesos, promociones, registro de rondas de vigilancia de los guardias de seguridad como en el caso de un reconocido edificio en Londres (CityPoint).
El principal valor hoy de la autenticación digital radica en ofrecer innovación, seguridad y conveniencia en todos sus procesos que intervenga su identificación como usuario de una aplicación.
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