Estructuras protegidas, viviendas seguras

Detectar al intruso antes de que entre en la vivienda es el objetivo principal de un buen sistema de seguridad ya que puede ayudar a evitar la intrusión

Es habitual que se instalen sensores magnéticos de movimiento en puertas y ventanas que alertaran si alguien traspasa y accede a la vivienda, pero si el objetivo es mantener al criminal fuera los sensores con detección tipo cortina pueden ofrecer una solución más adecuada, alertando de forma fiable si un intruso está junto a la puerta, mirando a través de una ventana, apoyado en la pared, arrastrándose por el tejado o colocando una escalera en la pared. Los sensores pueden activar iluminación de seguridad, una sirena, cámaras de CCTV o enviar una señal a los guardias de seguridad, ayudando a disuadir a los intrusos y a mantener la propiedad y la familia a salvo.

La protección de la estructura exterior de la vivienda – lo que conocemos como envolvente- busca una detección precisa del intruso, al tiempo de que debe convivir con el paso de los ocupantes, visitantes y con frecuencia, las mascotas

El tiempo cuando se trata de seguridad es crítico y detectar al intruso antes de que acceda a la vivienda da un tiempo muy valioso para que los ocupantes puedan reaccionar (si están dentro de la vivienda) y para activar los eventos de seguridad a tiempo.

Genoma del Robo, prestigiosa metodología para el diseño de seguridad residencial en profundidad nos habla de la ‘retención activa’ como capa de seguridad que permite detectar forzamientos en puertas y ventanas de forma anticipada’. La protección del envolvente de la vivienda, combinada con otros anillos de seguridad, va a incrementar el grado de defensa en profundidad de la vivienda.

Detección PIR tipo cortina

Los sensores de intrusión PIR (pasivo infrarrojo) de cortina ofrecen la detección adecuada. Frente a otras zonas donde los sensores doble-tecnología (PIR + MW) se pueden adaptar muy bien al entorno exterior, en esta zona tan próxima a la vivienda es recomendable usar tecnología de infrarrojos de manera que la detección sea sólo en el exterior de la vivienda (sin traspasar las paredes al interior de la vivienda) para no generar interferencias y molestas falsas alarmas. Los PIR de cortina con detección unilateral permiten proteger espacios pequeños como una ventana, una puerta trasera o el portón del garaje.

En fachadas amplias es muy útil instalar sensores con detección independiente a cada lado, cubriendo hasta 24m con un solo sensor y alertando si el agresor está a la derecha o izquierda.

La función anti-enmascaramiento (anti-masking) es importantes en estos sensores, de manera que, si el agresor quisiera bloquear el campo de detección del sensor colocando un adhesivo, una botella u objeto frente a la lente del sensor, salte la alarma alertando de ese intento de bloqueo, incluso cuando el sensor esta apagado.

Otra ventaja de los sensores de cortina modernos con lógica digital es que analizan las señales de infrarrojo pasivo y la información ambiental para distinguir intrusiones genuinas y evitar falsas alarmas debidas a cambios en la climatología o vegetación en movimiento. Gracias a este autoaprendizaje del sensor no son necesarios ajustes manuales para compensar las variaciones estacionales o de temperatura.

Detección LiDAR de máxima precisión para viviendas VIP

Para viviendas donde se requiera un nivel máximo de alta seguridad, la tecnología LiDAR ofrece una solución de seguridad perfecta. Instalado en modo vertical el sensor LiDAR crea un muro virtual que protege la fachada protegiendo con un solo sensor un espacio de hasta 30m, y en modo horizontal puede proteger terrazas o tejados planos donde haya claraboyas o aperturas que den acceso a patios interiores.

El sensor láser escanea constantemente el área de detección y proporciona las coordenadas X,Y en vivo e información del tamaño de todos los objetos detectados, lo que permite al personal de seguridad seguir el movimiento de los intrusos y saber exactamente dónde están. El campo de detección se puede configurar a la medida para ajustarse mejor a la estructura de la fachada o a las necesidades de seguridad (si por ejemplo hubiera una zona crítica de seguridad).