En un entorno donde las amenazas cibernéticas son cada vez más sofisticadas, muchas empresas enfocan su atención en la protección de sus sistemas de TI y datos, descuidando la seguridad física. No obstante, un control ineficiente sobre quién puede acceder a instalaciones, servidores y otras áreas críticas expone a las empresas a riesgos que afectan tanto la seguridad física como la cibernética.
De acuerdo con investigaciones de Techjury y Hackcontrol, el 34% de las empresas globales y más de 2,200 organizaciones, hasta mayo de 2023, han experimentado brechas de ciberseguridad relacionadas con accesos internos no autorizados. Estos incidentes suelen involucrar a empleados o contratistas que obtienen acceso a áreas críticas como centros de datos o servidores, lo que ha aumentado las amenazas internas en un 47% en los últimos dos años.
Un ejemplo emblemático es el caso de Target en 2013, donde un contratista con acceso físico a los sistemas de climatización comprometió la red de la empresa e instaló malware, resultando en una masiva violación de datos . El caso de Edward Snowden también ilustra cómo un acceso físico indebido a equipos permitió la descarga de información confidencial del gobierno de EE.UU., lo que resalta la importancia de implementar controles físicos robustos para mitigar estos riesgos .
La convergencia entre seguridad física y cibernética
La relación entre la seguridad física y la ciberseguridad es más estrecha que nunca. El acceso físico no controlado a equipos conectados a redes corporativas puede resultar en robos de datos, instalación de malware o sabotaje. Tanto hackers como empleados malintencionados pueden comprometer la seguridad de una empresa si logran entrar físicamente a áreas críticas.
Riesgos de una seguridad física débil:
- Acceso no autorizado: Personas no autorizadas pueden acceder a áreas sensibles para robar equipos o instalar dispositivos que intercepten datos.
- Ataques internos: Empleados descontentos o contratistas con acceso pueden sabotear o extraer información valiosa.
- Ingeniería social: Los atacantes pueden manipular a empleados o guardias para obtener acceso a instalaciones críticas.
- Compromiso de equipos de TI: El acceso físico a servidores permite la manipulación de sistemas y redes, resultando en robos de datos o la instalación de software malicioso.
Cómo el control de acceso fortalece la ciberseguridad
Los sistemas modernos de control de acceso, como AxiomXa, ofrecen múltiples capas de protección que limitan el acceso físico a áreas críticas, reduciendo así las probabilidades de un ataque cibernético. Estas soluciones combinan diversas tecnologías para garantizar una defensa completa:
- Autenticación multifactor (MFA): Integra credenciales físicas (tarjetas, móviles) con factores adicionales como biometría o códigos PIN, asegurando que solo personal autorizado acceda a áreas críticas.
- Registro de auditorías: El control de acceso registra las entradas y salidas en tiempo real, facilitando auditorías para detectar actividad sospechosa.
- Integración con sistemas de seguridad: Estas plataformas pueden enlazarse con sistemas de ciberseguridad, cámaras de vigilancia y alarmas, proporcionando una respuesta inmediata ante accesos no autorizados.
- Control dinámico de validación: Se puede gestionar el acceso según horarios laborales, vacaciones o finalización de contratos, evitando brechas causadas por personal no autorizado.
- Gestión de visitantes: El control de acceso registra detalladamente las entradas de visitantes, reduciendo el riesgo de intrusos no detectados.
Beneficios directos para las empresas
- Reducción de vulnerabilidades: Limitar el acceso físico a sistemas críticos minimiza las posibles vías de ataque.
- Cumplimiento normativo: Leyes como la GDPR y la CCPA exigen que las empresas protejan tanto el acceso físico como digital a los datos personales.
- Prevención de ataques internos: Un sistema robusto de control de acceso ayuda a prevenir amenazas provenientes de empleados o contratistas descontentos.
Conclusión
El control de acceso no es solo una medida de seguridad física, sino un componente clave en la estrategia de ciberseguridad de cualquier organización. Su implementación adecuada puede prevenir tanto violaciones físicas como cibernéticas. Sin embargo, para que estos sistemas sean efectivos, deben estar respaldados por protocolos estrictos de seguridad, auditorías continuas y la formación constante del personal, ya que muchos incidentes se deben a errores humanos o negligencia. Asimismo, la integración de los sistemas de acceso con alarmas y cámaras de vigilancia aumenta su efectividad, protegiendo así todos los puntos de entrada críticos para la empresa.
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