En la última década, el mercado de la seguridad electrónica ha sufrido una transformación profunda impulsada por los avances tecnológicos y la necesidad creciente de seguridad tanto en espacios públicos como privados. La inteligencia artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT), y los hogares inteligentes son los motores de esta evolución, no solo a nivel global, sino también en Argentina y el resto de Latinoamérica.
A nivel mundial, la industria de la seguridad electrónica ha migrado hacia tecnologías más conectadas e inteligentes. Los sistemas de monitoreo, impulsados por IA y el IoT, han comenzado a automatizar la protección de hogares y empresas. En Argentina, estas tendencias ya han comenzado a ser adoptadas por empresas que buscan modernizar sus servicios y ofrecer soluciones de última generación. Un aspecto crucial en esta evolución ha sido el uso de la conectividad y las aplicaciones móviles, que permiten a los usuarios monitorear y automatizar funciones en sus sistemas de seguridad desde cualquier lugar. Las cámaras de vigilancia conectadas a la nube, los sistemas de alarmas conectados en tiempo real, y los botones de pánico conectados son solo algunos ejemplos de cómo estas tecnologías están redefiniendo la industria de la seguridad.
No solo las grandes empresas están involucradas en esta transformación; las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) también han incursionado en este ámbito, adaptando tecnologías nacionales y creando productos y servicios accesibles. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Argentina, el 48% de las PyMEs del sector de la seguridad han invertido en tecnologías basadas en IA e IoT para optimizar sus operaciones y ofrecer soluciones de valor agregado a sus clientes.
El Rol de la Inteligencia Artificial en la Seguridad Electrónica
¿Por qué hoy estamos hablando de IA? ¿cuál fue el principal motor? Para comprender un poco más, la IA se basa en algoritmos que analizan grandes volúmenes de datos para identificar tendencias y tomar decisiones automatizadas. Esta capacidad ha sido potenciada significativamente en los últimos años gracias a la evolución de los microprocesadores, que han aumentado en eficiencia y potencia de cálculo. Los avances en chips especializados han permitido que la IA procese datos más rápidamente y en mayores cantidades.
La IA ha demostrado ser un factor clave para mejorar la precisión y la eficiencia en la seguridad. Desde algoritmos que detectan patrones inusuales en tiempo real hasta sistemas de reconocimiento facial que identifican a personas en una multitud, la IA permite una automatización que hace que los sistemas de seguridad sean más efectivos y rápidos a la hora de reaccionar ante posibles amenazas.
Un informe reciente de la consultora Mordor Intelligence destaca que la implementación de IA en el mercado de seguridad electrónica crecerá a una tasa anual del 14.6% en América Latina durante los próximos cinco años. En Argentina, empresas como NetCamara y American Robotics están incorporando estas tecnologías para mejorar sus soluciones de vigilancia y monitoreo. En estos momentos, las grandes ciudades de Argentina ya cuentan con cámaras de vigilancia con IA están ayudando a las autoridades a prevenir delitos, especialmente en zonas con alta densidad poblacional.
Por otro lado, la penetración del IoT está creciendo rápidamente. Según datos del BID, el 35% de los hogares en Argentina ya utiliza algún tipo de dispositivo IoT vinculado a la seguridad, ya sea una cámara inteligente, cerraduras electrónicas o sistemas de alarmas con aplicaciones que pueden generar automatización de dispositivos.
Desafíos y Oportunidades
A pesar de los avances, la industria de la seguridad electrónica en Argentina y Latinoamérica aún enfrenta ciertos desafíos. Uno de los más importantes es la barrera económica que muchas empresas deben superar para integrar estas nuevas tecnologías. Según un informe de la Cámara Argentina de Seguridad (CAS), la inflación y los costos de importación de tecnologías avanzadas son una limitación significativa para muchas PyMEs del sector, que deben encontrar un equilibrio entre ofrecer soluciones tecnológicas de vanguardia y mantener precios accesibles para los consumidores.
No obstante, estas barreras también crean oportunidades para el desarrollo de tecnologías locales. Las empresas argentinas han comenzado a desarrollar soluciones nacionales que compiten con las importadas, ofreciendo alternativas mucho más personalizadas para el mercado local.
El hecho es que la evolución tecnológica sobre estos temas recién comienzan. En los próximos años, veremos un incremento en la adopción de IA, IoT y la automatización en todos los aspectos de la seguridad. Desde la protección del hogar hasta el monitoreo en infraestructuras críticas, estas tecnologías continuarán redefiniendo el concepto de seguridad.
Además, la convergencia entre la seguridad física y la ciberseguridad será un punto clave en el futuro cercano. Con más dispositivos conectados y la creciente preocupación por la privacidad de los datos, las empresas de seguridad en Argentina deberán no solo centrarse en la protección física de sus clientes, sino también en garantizar que los datos recolectados por sus sistemas sean seguros.
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