Por Israel Austria, ingeniero de soluciones de Milestone Systems para América Latina.
Llevar la videovigilancia a la nube se consolida cada vez más como una herramienta innovadora y versátil.
Si eres integrador de seguridad, debes saber que la adopción de la tecnología de video en la nube está creciendo en América Latina: para 2023 se estima que la nube crezca a un ritmo del 30,4 % en la región, según proyecciones de International Data Corporation (IDC).
Y no es para menos, puesto que son múltiples las ventajas que la nube representa tanto para las organizaciones, como para las empresas integradoras de sistemas de videovigilancia. La nube es una forma viable para que los integradores de seguridad ofrezcan a sus clientes más capacidades, incluido el monitoreo remoto y la accesibilidad de múltiples sitios, ahorren costos de almacenamiento y, por lo tanto, amplíen sus modelos comerciales.
Antes de considerar una transición hacia la nube, era necesario contar con soluciones confiables y seguras y superar las limitaciones de ancho de banda e infraestructura, además se necesitaba crear un ecosistema de soluciones y soporte viable, que superara, o al menos igualara, a los sistemas locales existentes para impulsar el retorno a la inversión.
Pues bien, en la actualidad la nube abre las puertas a implementaciones de sistemas de gestión de video más rápidas y flexibles, a la conectividad remota altamente escalable y a nuevas posibilidades de almacenamiento y procesamiento de datos.
Modelo “as a service” (como servicio)
Sin duda, una de las estrategias comerciales más importantes para los integradores ante este nuevo panorama es el modelo como servicio (as a service), el cual brinda posibilidades casi infinitas y así como los usuarios finales pueden elegir lo que necesitan y lo que tiene sentido para ellos, los integradores pueden escoger los servicios que desean ofrecer y el enfoque de infraestructura y ancho de banda que mejor respalde la instalación y su negocio.
Una implementación de gestión de video de plataforma abierta en la nube simplifica, si no elimina, muchas de las actividades relacionadas con la implementación de un VMS local. Esto permite a las organizaciones escalar e implementar su video en cualquier ubicación de manera rápida y rentable, y al integrador poner en marcha una cantidad adecuada de servidores en minutos, aprovechar nuevas capacidades y entregar resultados.
La capacidad de combinar las fortalezas de los sistemas VMS en sitio con soluciones en la nube, dispositivos periféricos inteligentes y otras tecnologías de video, es la verdadera materialización de este modelo de negocio, y las piezas finalmente se han unido para los profesionales en videovigilancia.
En la actualidad los integradores pueden ofrecer sus servicios como un paquete completo que incluya gestión de la plataforma de alojamiento, así como de la aplicación, instalación, configuración, soporte técnico y mantenimiento continuo. Al adoptar dicha estrategia de negocio, están en capacidad de proporcionar una solución más flexible y escalable para los clientes, al tiempo que garantizan ingresos recurrentes y una relación continua con ellos.
La nube híbrida, alternativa para una migración sin altos costos
Contar con una adecuada infraestructura y ancho de banda óptimo han sido los mayores desafíos técnicos para la gestión de video basada en la nube. La escalabilidad y el rendimiento de la implementación se ven seriamente limitados, en caso de no contar con suficiente ancho de banda ascendente para cargar la cantidad de cámaras que el cliente necesita implementar.
Sin embargo, en América Latina no todas las compañías son grandes organizaciones que precisan una solución exclusiva en la nube. Es allí cuando los integradores de seguridad ahora tienen la posibilidad de ofrecer implementaciones híbridas (parte local/parte nube), las cuales son una excelente forma de potenciar la flexibilidad en el entorno digital.
En un escenario híbrido en la nube, el único hardware que se mantiene localmente son las cámaras y el dispositivo final utilizado para acceder al sistema (Gateway). Esto significa que el proveedor mantiene completamente en la nube, 24/7, los servidores, grabadoras y centros de datos.
Así, en lugar de vender e instalar decenas o cientos de terabytes en unidades e infraestructura de almacenamiento, los integradores pueden ofrecer una caja de 8 terabytes, por ejemplo, para que sus clientes puedan grabar un día o dos y luego archivar los videos en la nube. Lo anterior no cambia el flujo de trabajo de las organizaciones, pero sí reduce los costos iniciales y constantes que requiere mantener un sistema local.
Para llevar la idea aún más lejos, los clientes pueden elegir grabar flujos de video duales en una situación híbrida: mientras los datos de alta resolución y velocidad de fotogramas se almacenan localmente, el video de menor resolución se envía a la nube para visualización remota, archivo y posiblemente análisis adicional. De esta manera, los usuarios finales e instaladores no tienen que preocuparse por la infraestructura de un sistema de video, porque el proveedor de alojamiento ya se ha encargado de eso en la nube.
Conforme a ello, la nube híbrida facilita la migración gradual de sistemas heredados a entornos más modernos, lo que permite una transformación digital progresiva y una mayor eficiencia en los procesos comerciales.
Más allá de los negocios
Los proveedores de servicios en la nube están promoviendo un ecosistema con una amplia gama de nuevas capacidades de datos de video, además de las ventajas económicas y logísticas de migrar un sistema de VMS a la nube. Por ejemplo, miles de aplicaciones analíticas de video de terceros, seguras y probadas, se pueden aplicar a los videos grabados según sea necesario en AWS Marketplace, lo que ofrece una increíble variedad de nuevas capacidades. Los usuarios e integradores pueden probar e implementar de manera rápida y económica herramientas analíticas de video altamente específicas o personalizadas en este ecosistema en la nube.
La gestión y el almacenamiento de video basados en la nube tienen el potencial de aumentar los márgenes para los profesionales de seguridad cuando se combinan con cambios en las mentalidades de ventas y servicio de la industria. El acceso remoto a video y datos permite ofrecer servicios de valor agregado basados en el monitoreo y el soporte proactivo del sistema. Por ejemplo, los recorridos de guardia virtual, la verificación de video y la recopilación e informes de datos de análisis de video son posibles gracias al monitoreo remoto de video.
Los integradores pueden solucionar problemas de forma remota al utilizar la nube para acceder a productos de seguridad de video del cliente, como cámaras, servidores, sensores y grabadoras de video en red. La conectividad remota puede reducir significativamente los costos de transporte y los conflictos de programación para los integradores.
Por último, pero no menos importante, desde la perspectiva del cliente, este puede continuar operando el negocio sin interrupción. Esto significa que un sistema basado en la nube o en una nube híbrida siempre está operativo y no hay necesidad de programar reparaciones o mantenimiento en el sitio. Por lo tanto, migrar una solución de videovigilancia a la nube es una situación en la que todos ganan, no solo para los integradores de sistemas, sino también para sus clientes.
Contacto:
Milestone Systems (https://www.milestonesys.com/)
Víctor Galvis
Agencia de Relaciones Públicas
980-309-2166
info@signalisgroup.com
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